Bueno, en este momento, como te he dicho, no encontrarás a nadie aquí; la Posada está pasando por un mal momento, y se nota en la afluencia de público a esta, la antes tan concurrida mesa de los relatos...



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DESIDERATA

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, recuerda cuanta paz puede haber en el silencio.
Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas sin rendirte.
Evita a las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu.
Si te comparas con otros, puedes volverte vanidoso y amargo, porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros, así como de tus planes, mantén el interés en tu propia carrera, es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del mundo.
Usa la precaución en tus negocios, porque el mundo está lleno de trampas, pero no te ciegues a la virtud que pueda existir; mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmos.
Sé tu mismo, especialmente, no finjas aspectos, tampoco seas cínico respecto del amor, porque frente a toda aridez y desencanto, el amor es perenne como la hierba.
Recoge mansamente los consejos de los años, aprovechando graciosamente los dones de la juventud.
Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja de la demencia repentina, pero no te angusties con fantasías, muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Junto con la sana disciplina, se amable contigo mismo. Tú eres una criatura del Universo, no menos que los árboles y las estrellas, tienes derecho a estar aquí.
Y, te resulte evidente o no, sin duda el Universo se desenvuelve como debe, por tanto, mantente en paz con Dios, tal como lo concibas y cualesquiera que sean tus trabajos y aspiraciones. Mantén en la ruidosa confusión, paz con tu alma.

Una abadía de Baltimore, año 16_ _.